¬
Es un error que cometió Dios
al hacer las cosas.
Una equivocación sin remisión
ni vuelta de hoja.
Que cuanto más lo miro, más me pierdo
y no me importa;
se vaya el mundo al traste y no nos quede
ni una sombra.
No hay nadie como tú.
Es una ciencia tan exacta, inexplicable
a mis sentidos.
Una apariencia que no engaña, un espejismo
distraído.
Que cuanto más te miro más te quiero
y no me importa;
se muera el mundo entero y no nos quede
ni una sombra.
Porque desde que existes
no he vuelto a tropezar.
Si desde que te tengo
no tengo que temer,
porque desde que existes
no hay cartas que esconder,
ni luces que apagar,
no hay nada.
No hay nadie como tú.
Porque desde que existes
no he vuelto a tropezar.
Si desde que te tengo
no quiero nada más,
porque desde que existes
no hay cartas que esconder,
no hay tiempo que perder,
ni días que olvidar.
No hay nadie,
no hay nadie,
no hay nadie,
no hay nadie como tú.
"No hay nadie como tú", de Serena
jueves, 24 de noviembre de 2005
lunes, 21 de noviembre de 2005
Moto Vs. Coche
Ten paciencia, corazón, que es mejor, a lo que veo, deseo sin posesión, que posesión sin deseo (Ramón de Campoamor)
El viernes (de la semana pasada no, de la anterior) me apunté a la autoescuela, para sacarme el carnet A. La verdad es que el mundo de las motos es bastantes desconocido para mí, hasta que mi cuñado se compró una, y poco a poco ha ido creciendo mi vocabulario "motero". Mi deseo de conducir una moto, me llegó por primera vez, y de forma repentina en un atasco. Pero la idea la he meditado bien, no es un capricho.
En dicho atasco, el viernes por la mañana (en el puente de los Santos), tardé dos horas y media en llegar a mi destino..., tardando más, que si me voy un día a Valladolid. Los días normales de caravana tardo hora y cuarto, hora y media, y si no hubiera tráfico, o lo hubiera fluído, sólo tardaría 30 minutos. A parte de esa ventaja, las motos me empiezan a gustar, y bastante.
Prisa no tengo, se me está dando bien, y sé que antes pensaba en ella por necesidad, ahora, porque empiezo a desearla, tanto que, un poco más, y mi estómago sentiría esas mariposillas en el estómago como cuando Cupido te clava una flecha, bueno, si te la clava, no son mariposillas, es que tienes que ir al hospital más cercano a que te cierren la herida y lo que estás sintiendo es el shock.
Pues bien, he analizado minuciosamente la situación de las motos, (con relación a los coches) y siendo bastante crítico con ellas, he descubierto ciertas ventajas, en las que, quizás, nadie haya reparado. Son las siguientes:
1) Tienen aire acondicionado constante en invierno y es gratis la instalación.
2) Lleva una sauna de viaje en verano las 24 horas ininterrumpidas.
3) Jamás te podrías lesionar las manos subiendo y bajando la ventanilla, (o los dedos apretando el botoncito de elevar o bajar las ventanillas).
4) Las ventosidades no las va a degustar tu compañero...
5) Posee tecnología envolvente cuando llueve..., ¡parece tan real la lluvia que sientes que te estás mojando!
6) Aprendes más que si vieras documentales del National Geographic, pues vas conociendo la anatomía interna de los insectos cuando "estallan" contra la visera.
Si pudiera, subiría mi futura moto a mi futura casa y dormiría junto a ella...
El viernes (de la semana pasada no, de la anterior) me apunté a la autoescuela, para sacarme el carnet A. La verdad es que el mundo de las motos es bastantes desconocido para mí, hasta que mi cuñado se compró una, y poco a poco ha ido creciendo mi vocabulario "motero". Mi deseo de conducir una moto, me llegó por primera vez, y de forma repentina en un atasco. Pero la idea la he meditado bien, no es un capricho.
En dicho atasco, el viernes por la mañana (en el puente de los Santos), tardé dos horas y media en llegar a mi destino..., tardando más, que si me voy un día a Valladolid. Los días normales de caravana tardo hora y cuarto, hora y media, y si no hubiera tráfico, o lo hubiera fluído, sólo tardaría 30 minutos. A parte de esa ventaja, las motos me empiezan a gustar, y bastante.
Prisa no tengo, se me está dando bien, y sé que antes pensaba en ella por necesidad, ahora, porque empiezo a desearla, tanto que, un poco más, y mi estómago sentiría esas mariposillas en el estómago como cuando Cupido te clava una flecha, bueno, si te la clava, no son mariposillas, es que tienes que ir al hospital más cercano a que te cierren la herida y lo que estás sintiendo es el shock.
Pues bien, he analizado minuciosamente la situación de las motos, (con relación a los coches) y siendo bastante crítico con ellas, he descubierto ciertas ventajas, en las que, quizás, nadie haya reparado. Son las siguientes:
1) Tienen aire acondicionado constante en invierno y es gratis la instalación.
2) Lleva una sauna de viaje en verano las 24 horas ininterrumpidas.
3) Jamás te podrías lesionar las manos subiendo y bajando la ventanilla, (o los dedos apretando el botoncito de elevar o bajar las ventanillas).
4) Las ventosidades no las va a degustar tu compañero...
5) Posee tecnología envolvente cuando llueve..., ¡parece tan real la lluvia que sientes que te estás mojando!
6) Aprendes más que si vieras documentales del National Geographic, pues vas conociendo la anatomía interna de los insectos cuando "estallan" contra la visera.
Si pudiera, subiría mi futura moto a mi futura casa y dormiría junto a ella...
jueves, 10 de noviembre de 2005
Yo sólo quiero
¬
Yo solo quiero mirarte a los ojos, que tu alegría lleve el timón,
quitarle a tu mirada ese horizonte de escombros, prescindir de una vida sin tu olor.
Yo solo quiero verte subida cada mañana a un unicornio azul en mi colchón
y que no se disocien nunca tu cuerpo y mi cama y ser el portavoz de nuestra revolución.
Yo solo quiero el tic-tac de tu pecho para dar percusión a esta canción,
que la saliva sea el punto de encuentro y que el jurado de tu sangre falle a mi favor.
Yo solo quiero la banda sonora de tu alma para que escuchen en cada rincón,
que mis caricias no se tiren más por la ventana al ver que tu espalda no apareció.
Y que el corazón pueda cumplir su oficio y ser tan imprudente como exija el amor,
que lo único que quiero a estas horas es poner besos en cada paralelo y meridiano de tu cuerpo,
así que déjame creer que aun me quedan mil maneras de amarte coordinando mi oleaje y tus caderas.
Que lo único que quiero a estas horas es que tus besos emigren todos a los afluentes de mi cuerpo,
así que déjame creer que aun nos quedan primaveras y metamos este otoño en una caja de madera.
Yo solo quiero darte carnavales, que tu disfraz sea tu ropa interior
y ofrecerte un catálogo de besos en lugares donde tan solo alcanza el corazón.
Yo solo quiero empezar contigo un curso intensivo de quitarnos la ropa y el dolor
y que cada noche nos expliquemos los motivos de no exigir ninguna explicación.
Yo solo quiero un sobresaliente en las asignaturas de tu piel
y darle un listado de razones a la gente que expongan que quererse es un deber.
Yo solo quiero hacerle una bufanda a tu alma perderme entre tu falda y tu jersey,
irte a buscar cuando salgas de clase y mañana tomar tu pulso sin tocar tu piel.
"Yo sólo quiero", de Marwan (Del disco "Los hijos de las piedras")
Yo solo quiero mirarte a los ojos, que tu alegría lleve el timón,
quitarle a tu mirada ese horizonte de escombros, prescindir de una vida sin tu olor.
Yo solo quiero verte subida cada mañana a un unicornio azul en mi colchón
y que no se disocien nunca tu cuerpo y mi cama y ser el portavoz de nuestra revolución.
Yo solo quiero el tic-tac de tu pecho para dar percusión a esta canción,
que la saliva sea el punto de encuentro y que el jurado de tu sangre falle a mi favor.
Yo solo quiero la banda sonora de tu alma para que escuchen en cada rincón,
que mis caricias no se tiren más por la ventana al ver que tu espalda no apareció.
Y que el corazón pueda cumplir su oficio y ser tan imprudente como exija el amor,
que lo único que quiero a estas horas es poner besos en cada paralelo y meridiano de tu cuerpo,
así que déjame creer que aun me quedan mil maneras de amarte coordinando mi oleaje y tus caderas.
Que lo único que quiero a estas horas es que tus besos emigren todos a los afluentes de mi cuerpo,
así que déjame creer que aun nos quedan primaveras y metamos este otoño en una caja de madera.
Yo solo quiero darte carnavales, que tu disfraz sea tu ropa interior
y ofrecerte un catálogo de besos en lugares donde tan solo alcanza el corazón.
Yo solo quiero empezar contigo un curso intensivo de quitarnos la ropa y el dolor
y que cada noche nos expliquemos los motivos de no exigir ninguna explicación.
Yo solo quiero un sobresaliente en las asignaturas de tu piel
y darle un listado de razones a la gente que expongan que quererse es un deber.
Yo solo quiero hacerle una bufanda a tu alma perderme entre tu falda y tu jersey,
irte a buscar cuando salgas de clase y mañana tomar tu pulso sin tocar tu piel.
"Yo sólo quiero", de Marwan (Del disco "Los hijos de las piedras")
miércoles, 9 de noviembre de 2005
¡¡¡Aaaaayy!!!
No se ha llegado al colmo del dolor cuando se tiene aún fuerza para quejarse (Caballero de Bruix)
!!!Aaaaaaayyyy!!! ¡¡¡Aaaaayyyy!!! Estas han sido mis primeras palabras al levantarme, ¡aaay!, todavía estoy un poco resentido ¡aaayy!, es que ¡aaayy!, se me ha subido el gemelo ¡aay, aaay, aaay!
Sin embargo..., me ha surgido una idea que voy a tener que patentar... (A partir de ahora, hay que poner la voz, como si se tratase de un presentador del teleshopping, no digo teletienda, que sería hacer publicidad... ¡ups!) "¿Harto ya de que el despertador se duerma en los laureles?" "¿Harto de que llegue tarde al trabajo o a la universidad porque su pereza le ha ganado el pulso?" "Pues ahora, ya no tiene por qué preocuparse con DON-SUBIDÓN, un jarabe que, tomado después de cenar, hará que usted no se tenga que preocupar por lo que pueda suceder mañana, ya que le despertará tres horas antes de que suene el despertador, su propio gemelo al intentar escalar por su pierna, y ganas de volver a dormir, lo que se dice ganas, no va a volver a tener" (ni tampoco ganas de andar, ni de ir al trabajo, ni a la universidad, ni ganas de existir).
En fin, qué despertares más malos se dan en estos casos, cuando, por no gritar, te aferras a lo que tienes al lado (la almohada, la cortina, el peluche, la papelera de la habitación, la lámpara, la araña que siempre está en el rincón...), y el problema viene cuando no sabes si estirar la pierna, si encogerla..., porque hagas lo que hagas, ¡te va a doler un huevo! Bueno, mejor dicho..., ¡te va a doler un gemelo! Además es una situación en la que uno piensa (y es verídico) "por qué a mí, voy a morir, mierdaaaaa, aaay, aayy, "todo lo que he hecho por ti, fue una locura perderte...," aaay, aayy, Señor, si haces que se me pase esta tortura, ordenaré mi habitación..., pero cuando se pasa, sonríes maliciosamente porque tenías los dedos cruzados. De hecho, hay quien abre la ventana de su habitación porque piensa seriamente en tirarse como no se le pase el dolor.
!!!Aaaaaaayyyy!!! ¡¡¡Aaaaayyyy!!! Estas han sido mis primeras palabras al levantarme, ¡aaay!, todavía estoy un poco resentido ¡aaayy!, es que ¡aaayy!, se me ha subido el gemelo ¡aay, aaay, aaay!
Sin embargo..., me ha surgido una idea que voy a tener que patentar... (A partir de ahora, hay que poner la voz, como si se tratase de un presentador del teleshopping, no digo teletienda, que sería hacer publicidad... ¡ups!) "¿Harto ya de que el despertador se duerma en los laureles?" "¿Harto de que llegue tarde al trabajo o a la universidad porque su pereza le ha ganado el pulso?" "Pues ahora, ya no tiene por qué preocuparse con DON-SUBIDÓN, un jarabe que, tomado después de cenar, hará que usted no se tenga que preocupar por lo que pueda suceder mañana, ya que le despertará tres horas antes de que suene el despertador, su propio gemelo al intentar escalar por su pierna, y ganas de volver a dormir, lo que se dice ganas, no va a volver a tener" (ni tampoco ganas de andar, ni de ir al trabajo, ni a la universidad, ni ganas de existir).
En fin, qué despertares más malos se dan en estos casos, cuando, por no gritar, te aferras a lo que tienes al lado (la almohada, la cortina, el peluche, la papelera de la habitación, la lámpara, la araña que siempre está en el rincón...), y el problema viene cuando no sabes si estirar la pierna, si encogerla..., porque hagas lo que hagas, ¡te va a doler un huevo! Bueno, mejor dicho..., ¡te va a doler un gemelo! Además es una situación en la que uno piensa (y es verídico) "por qué a mí, voy a morir, mierdaaaaa, aaay, aayy, "todo lo que he hecho por ti, fue una locura perderte...," aaay, aayy, Señor, si haces que se me pase esta tortura, ordenaré mi habitación..., pero cuando se pasa, sonríes maliciosamente porque tenías los dedos cruzados. De hecho, hay quien abre la ventana de su habitación porque piensa seriamente en tirarse como no se le pase el dolor.
lunes, 7 de noviembre de 2005
¿Existen los lunes sin rutina?
El que domina su cólera, domina su peor enemigo (Confucio)
7:45 horas de la mañana. Salgo de casa como todos lunes. Arranco el coche como todos los lunes. Voy a la gasolinera a echar 15 euros de combustible Super 97, como todos los lunes. En la carretera, hay atasco, como todos los lunes, pero...
8:25 horas de la mañana. El coche empieza a dar una serie de "tirones" impropios. Cada vez que el coche se detiene, debido al atasco, se cala. A pesar de tirar del "started" (ese botón que quizá muchos ya no conozcan, que hace que la mezcla de gasolina sea mayor, por lo tanto más gasolina estás consumiendo) pero se sigue calando igual. Y también da igual que tenga la primera marcha puesta, como la segunda, o la tercera, los tirones los sigue haciendo. Me empiezo a preocupar, por si me dejara tirado, así que...
8:35 horas de la mañana. Cojo la primera salida que me encuentro. Como hay caravana, un tramo de 150 metros lo he recorrido en 25 minutos. Resultado: Caladas 15 - Rabietas 15, un justo empate, aunque Rabietas estuvo a punto de llevarse la victoria en el último momento, si no llega a ser porque el entrenador cambió de táctica. Del "rabia-ira-rabia", pasó a tener un "calma-resignación-jolín".
9:00 horas de la mañana. Llego a mi casita, y me quedo en casa un rato hasta que el coche se enfría. Bajo, abro el capó y lo reviso de arriba a abajo. Retoco y retoco, hasta que creo dar con el fallo. La batería, algo baja de agua. La lleno.
9:50 horas de la mañana. Arranco nuevamente el motor (hoy he tenido clase intensiva de arrancadas). Me dirijo nuevamente a la carretera. Otra vez los puñeteros espasmos que le dan al coche. Me doy la vuelta, y me dirijo a mi calle para aparcarlo y ponerlo en cuarentena, a ver si es que está resfriado o algo así. Va a cumplir 19 añitos en Febrero, ¡¡debería estar jovial!!
10:35 horas de la mañana. Decido ir en transporte, más concretamente en tren. ¡Puff! Hasta que ha llegado a Atocha el que pasa por Tres Cantos..., y luego, a punto de coger un taxi, porque hasta mi trabajo, no llega nada. Bueno, un autobús que pasa cada 40 min. Al final me ha recogido un hombre que trabaja en el King's College, donde trabajo yo. He llegado, he trabajado tres horas, y las que me falta, las iré recuperando.
Realmente estaba deseando llegar a mi trabajo, porque, seamos sinceros, lo que estresa, no es el trabajo..., ¡¡sino el viaje!!
7:45 horas de la mañana. Salgo de casa como todos lunes. Arranco el coche como todos los lunes. Voy a la gasolinera a echar 15 euros de combustible Super 97, como todos los lunes. En la carretera, hay atasco, como todos los lunes, pero...
8:25 horas de la mañana. El coche empieza a dar una serie de "tirones" impropios. Cada vez que el coche se detiene, debido al atasco, se cala. A pesar de tirar del "started" (ese botón que quizá muchos ya no conozcan, que hace que la mezcla de gasolina sea mayor, por lo tanto más gasolina estás consumiendo) pero se sigue calando igual. Y también da igual que tenga la primera marcha puesta, como la segunda, o la tercera, los tirones los sigue haciendo. Me empiezo a preocupar, por si me dejara tirado, así que...
8:35 horas de la mañana. Cojo la primera salida que me encuentro. Como hay caravana, un tramo de 150 metros lo he recorrido en 25 minutos. Resultado: Caladas 15 - Rabietas 15, un justo empate, aunque Rabietas estuvo a punto de llevarse la victoria en el último momento, si no llega a ser porque el entrenador cambió de táctica. Del "rabia-ira-rabia", pasó a tener un "calma-resignación-jolín".
9:00 horas de la mañana. Llego a mi casita, y me quedo en casa un rato hasta que el coche se enfría. Bajo, abro el capó y lo reviso de arriba a abajo. Retoco y retoco, hasta que creo dar con el fallo. La batería, algo baja de agua. La lleno.
9:50 horas de la mañana. Arranco nuevamente el motor (hoy he tenido clase intensiva de arrancadas). Me dirijo nuevamente a la carretera. Otra vez los puñeteros espasmos que le dan al coche. Me doy la vuelta, y me dirijo a mi calle para aparcarlo y ponerlo en cuarentena, a ver si es que está resfriado o algo así. Va a cumplir 19 añitos en Febrero, ¡¡debería estar jovial!!
10:35 horas de la mañana. Decido ir en transporte, más concretamente en tren. ¡Puff! Hasta que ha llegado a Atocha el que pasa por Tres Cantos..., y luego, a punto de coger un taxi, porque hasta mi trabajo, no llega nada. Bueno, un autobús que pasa cada 40 min. Al final me ha recogido un hombre que trabaja en el King's College, donde trabajo yo. He llegado, he trabajado tres horas, y las que me falta, las iré recuperando.
Realmente estaba deseando llegar a mi trabajo, porque, seamos sinceros, lo que estresa, no es el trabajo..., ¡¡sino el viaje!!
martes, 25 de octubre de 2005
"Estaba seguro de que vendrías"
¬
“Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para salir a buscarlo”.
“Permiso denegado”, replicó el oficial. “No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto”.
El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso: “¡Ya te dije yo que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres! Dígame, ¿merecía la pena salir allá para traer un cadáver?”
Y el soldado, moribundo, respondió: “¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: “Jack…, estaba seguro de que vendrías”.
"La oración de la rana" de Anthony de Mello
“Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para salir a buscarlo”.
“Permiso denegado”, replicó el oficial. “No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto”.
El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso: “¡Ya te dije yo que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres! Dígame, ¿merecía la pena salir allá para traer un cadáver?”
Y el soldado, moribundo, respondió: “¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: “Jack…, estaba seguro de que vendrías”.
"La oración de la rana" de Anthony de Mello
sábado, 22 de octubre de 2005
Soneto de tus vísceras
¬
Harto ya de alabar tu piel dorada,
tus externas y muchas perfecciones,
canto al jardín azul de tus pulmones
y a tu tráquea elegante y anillada.
Canto a tu masa intestinal rosada,
al bazo, al páncreas, a los epiplones,
al doble filtro gris de tus riñones
y a tu matriz profunda y renovada.
Canto al tuétano dulce de tus huesos,
a la linfa que embebe tus tejidos,
al acre olor orgánico que exhalas.
Quiero gastar tus vísceras a besos,
vivir dentro de ti con mis sentidos...
Yo soy un sapo negro con dos alas.
"Soneto de tus vísceras", de Baldomero Fernández Moreno (poeta argentino)
Harto ya de alabar tu piel dorada,
tus externas y muchas perfecciones,
canto al jardín azul de tus pulmones
y a tu tráquea elegante y anillada.
Canto a tu masa intestinal rosada,
al bazo, al páncreas, a los epiplones,
al doble filtro gris de tus riñones
y a tu matriz profunda y renovada.
Canto al tuétano dulce de tus huesos,
a la linfa que embebe tus tejidos,
al acre olor orgánico que exhalas.
Quiero gastar tus vísceras a besos,
vivir dentro de ti con mis sentidos...
Yo soy un sapo negro con dos alas.
"Soneto de tus vísceras", de Baldomero Fernández Moreno (poeta argentino)
miércoles, 19 de octubre de 2005
Siempre habrá un hueco
La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz (Proverbio escocés)
Por una rendija puedo entrever una serie de letras borrosas, donde a ritmo creciente, la tasa de natalidad de las mismas está llegando a ser un pequeño inciso que incrementará mañana mi cansancio. Efectivamente, tengo sueño. Tengo sueño, y además, mis ojos se cierran sin habérselo mandado, y aún así, aquí estoy escribiendo.
Y es que he pasado tiempo sin poder hacerlo, por mi trabajo, mis vacaciones, los problemas de internet que he tenido..., pero eso no importa. Lo que importa ahora es que mi día tiene sólo 24 horas, un tiempo demasiado justo para todo lo que quiero hacer. Eso sí, un hueco de unos minutos para escribiros, no me va a faltar, porque echaba esto de menos, y porque tengo un nuevo sentimiento que me está acompañando día y noche; se llama euforia, y hace que vea todo con ojos brillantes, llenos de ilusión, y lo mejor de todo, es que me siento alegre, y por muy estresante que pueda resultar un día, sólo tengo que pensar en mi "Cuarto Creciente", y al instante, una sonrisa nacerá de mi boca.
Por una rendija puedo entrever una serie de letras borrosas, donde a ritmo creciente, la tasa de natalidad de las mismas está llegando a ser un pequeño inciso que incrementará mañana mi cansancio. Efectivamente, tengo sueño. Tengo sueño, y además, mis ojos se cierran sin habérselo mandado, y aún así, aquí estoy escribiendo.
Y es que he pasado tiempo sin poder hacerlo, por mi trabajo, mis vacaciones, los problemas de internet que he tenido..., pero eso no importa. Lo que importa ahora es que mi día tiene sólo 24 horas, un tiempo demasiado justo para todo lo que quiero hacer. Eso sí, un hueco de unos minutos para escribiros, no me va a faltar, porque echaba esto de menos, y porque tengo un nuevo sentimiento que me está acompañando día y noche; se llama euforia, y hace que vea todo con ojos brillantes, llenos de ilusión, y lo mejor de todo, es que me siento alegre, y por muy estresante que pueda resultar un día, sólo tengo que pensar en mi "Cuarto Creciente", y al instante, una sonrisa nacerá de mi boca.
lunes, 17 de octubre de 2005
He vuelto... ¡revuelto!
Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo (Thomas Jefferson)
Un nuevo hola, pequeños seres. Estoy entendiendo mucho al tiempo, porque escribo mientras espero que el cuento vaya deprisa. ¿Os posicionáis en mi acuerdo? Pues he de presentaros las buenas notas que dije en la primera parte que examiné cada dos por tres. Julio, me dijo que el monitor que conservaba a mi abuela, engañó a alguien en un campamento modesto, je, y que el nuevo seguro del pueblo acostó a los niños junto a los caballos de chocolate, que en Jaen las mantas eran religiosas y muy dulces, ya que la leche realizada en los talleres era un manjar para los alacranes que tenían días libres. Un murciélago cantó tres veces a Pepa, que estaba mirando las estrellas en Agosto, y se las quería dar de comer a un avestruz acariciado por la lluvia. La aventura de mi mejor palabra, fue en la playa, visitando apartamentos checos con mi mejor amigo chulo, riéndonos del voley y explotando a gente agradable, como Mon, que aprendió a jugar. Ahora disfruto de la pena y en general, merezco personas que trabajen poco cuando mi tiempo está eufórico.
..., vaaaaleeee..., creo que he de volver a escribir el texto, pero con más tranquilidad, que me trabo..., aquí vuelvo a escribirlo:
Hola de nuevo, personitas. Estoy escribiendo, muy, muy deprisa porque tengo poco tiempo, y mucho que contar, así que, espero que se me entienda. ¿Os acordáis de mis "noposiciones"? Pues he de deciros que me presenté, y que aprobé dos de los tres exámenes de la primera parte, con buena nota además. En Julio me fui de campamento (como monitor, ya sé que parezco un niño de lo bien que me conservo, modestia a parte y es que, como no tengo abuela, alguien me lo tenía que decir, así que he decidio ser yo mismo el que me auto-engañe, je) y fue en Jaen, más concretamente en la Sierra de Segura, en Cortijos Nuevos, que así se llama el pueblo, e hice de todo, a parte de la tarea encomendada de realizar talleres con los niños, acostarles, guiarles en las actividades diversas, etc., en mis días libres, monté a caballo, hice parapente, cogí alacranes y mantis religiosas y probé (varias muchas veces) croquetas de dulce de leche y de chocolate, un manjar como pocos. En Agosto también estuve de campamento, en Madrid, por la zona de Tres Cantos, en Soto de Viñuela, y allí cogí un murcielago, di de comer y acaricié a una avestruz llamada Pepa y estuve viendo la lluvia de estrellas que se anunció. En septiembre, me fui con Mon, mi mejor amigo, a Salou, a un apartamento muy chulo, y estuvimos jugando al voley playa, visitamos y explotamos a fondo Port-Aventura, conocimos gente muy agradable, aprendimos algunas palabras checas, y nos reímos bastante. Ahora estoy trabajando mucho, disfrutando mucho, dispongo de poco, muy poco tiempo para mí, y he conocido personas que merecen la pena ser conocidas. Cómputo general: estoy eufórico.
Ya os iré detallando más cositas, ahora sólo sé que he vuelto, y con muchas ganas, mucha ilusión, muy, muy poquito tiempo, pero ahí estaré, fiel a mi labor de acompañaros en cada una de vuestras melodías. Un beso y un abrazo, mis queridos y apreciados compañeros de orquesta.
Un nuevo hola, pequeños seres. Estoy entendiendo mucho al tiempo, porque escribo mientras espero que el cuento vaya deprisa. ¿Os posicionáis en mi acuerdo? Pues he de presentaros las buenas notas que dije en la primera parte que examiné cada dos por tres. Julio, me dijo que el monitor que conservaba a mi abuela, engañó a alguien en un campamento modesto, je, y que el nuevo seguro del pueblo acostó a los niños junto a los caballos de chocolate, que en Jaen las mantas eran religiosas y muy dulces, ya que la leche realizada en los talleres era un manjar para los alacranes que tenían días libres. Un murciélago cantó tres veces a Pepa, que estaba mirando las estrellas en Agosto, y se las quería dar de comer a un avestruz acariciado por la lluvia. La aventura de mi mejor palabra, fue en la playa, visitando apartamentos checos con mi mejor amigo chulo, riéndonos del voley y explotando a gente agradable, como Mon, que aprendió a jugar. Ahora disfruto de la pena y en general, merezco personas que trabajen poco cuando mi tiempo está eufórico.
..., vaaaaleeee..., creo que he de volver a escribir el texto, pero con más tranquilidad, que me trabo..., aquí vuelvo a escribirlo:
Hola de nuevo, personitas. Estoy escribiendo, muy, muy deprisa porque tengo poco tiempo, y mucho que contar, así que, espero que se me entienda. ¿Os acordáis de mis "noposiciones"? Pues he de deciros que me presenté, y que aprobé dos de los tres exámenes de la primera parte, con buena nota además. En Julio me fui de campamento (como monitor, ya sé que parezco un niño de lo bien que me conservo, modestia a parte y es que, como no tengo abuela, alguien me lo tenía que decir, así que he decidio ser yo mismo el que me auto-engañe, je) y fue en Jaen, más concretamente en la Sierra de Segura, en Cortijos Nuevos, que así se llama el pueblo, e hice de todo, a parte de la tarea encomendada de realizar talleres con los niños, acostarles, guiarles en las actividades diversas, etc., en mis días libres, monté a caballo, hice parapente, cogí alacranes y mantis religiosas y probé (varias muchas veces) croquetas de dulce de leche y de chocolate, un manjar como pocos. En Agosto también estuve de campamento, en Madrid, por la zona de Tres Cantos, en Soto de Viñuela, y allí cogí un murcielago, di de comer y acaricié a una avestruz llamada Pepa y estuve viendo la lluvia de estrellas que se anunció. En septiembre, me fui con Mon, mi mejor amigo, a Salou, a un apartamento muy chulo, y estuvimos jugando al voley playa, visitamos y explotamos a fondo Port-Aventura, conocimos gente muy agradable, aprendimos algunas palabras checas, y nos reímos bastante. Ahora estoy trabajando mucho, disfrutando mucho, dispongo de poco, muy poco tiempo para mí, y he conocido personas que merecen la pena ser conocidas. Cómputo general: estoy eufórico.
Ya os iré detallando más cositas, ahora sólo sé que he vuelto, y con muchas ganas, mucha ilusión, muy, muy poquito tiempo, pero ahí estaré, fiel a mi labor de acompañaros en cada una de vuestras melodías. Un beso y un abrazo, mis queridos y apreciados compañeros de orquesta.
martes, 14 de junio de 2005
Entrada en el jardín
La poesía es el sentimiento que le sobra al corazón y te sale por la mano (Carmen Conde)
Ya se terminó la feria del libro, y con ella, mis entretenidas mañanas de cómodo trabajo. Me he comprado dos libros de poemas. Hacía mucho que no leía ninguno de este género, y como me hacían más descuento, por estar trabajando allí, pues ni me lo he pensado. Uno de los libros, lo ha escrito el que fue mi monitor de ocio y tiempo libre, cuando yo era más pequeño (11-12 años). Y está dedicado, por supuesto. Escribe en verso libre, qué maravilla. Aquí os dejo con un poema hiperbreve titulado "Entrada en el jardín":
Ya se terminó la feria del libro, y con ella, mis entretenidas mañanas de cómodo trabajo. Me he comprado dos libros de poemas. Hacía mucho que no leía ninguno de este género, y como me hacían más descuento, por estar trabajando allí, pues ni me lo he pensado. Uno de los libros, lo ha escrito el que fue mi monitor de ocio y tiempo libre, cuando yo era más pequeño (11-12 años). Y está dedicado, por supuesto. Escribe en verso libre, qué maravilla. Aquí os dejo con un poema hiperbreve titulado "Entrada en el jardín":
"Me gustaba tanto entrar al jardín
que tenía miedo de pisar las flores".
"Amando nubes", de Francisco Cenamor.
jueves, 9 de junio de 2005
Hora de vacunarse
Se advierte: Las Autoridades Sanitarias pueden ser perjudiciales para la salud (Ana López)
Me voy a vacunar. Ojalá existiese una vacuna eficaz para poder erradicar de una vez por todas la intolerancia y la hipocresía. Pero eso es tan sólo una utopía. Estoy pensando ahora mismo, qué vacunas inventaría, contra qué me gustaría luchar de forma más inmediata, en el entorno en el que me muevo. A parte de las dos mencionadas, también me sometería a otros pinchazos con tal de ver que la mala educación se va reduciendo, que la violencia a la primera de cambio se va olvidando, que la traición se convierte en un mito.
Me voy a vacunar. Y la vacuna que me van a inyectar es real y efectiva (o eso espero). Me voy de campamento este verano, y después de lo que le está pasando a una amiga de mi madre, hemos llegado a la conclusión de que sería recomendable ahora, ponerme dicha inyección letal. Letal para los virus, claro. Mejor ahora que no de mayor, porque se pasa peor y es más perjudicial. Seguro que ya sabéis de que se trata: de la vacuna contra la varicela. La amiga de mi madre las está pasando canutas, y yo no quisiera pasar por eso. Si me pongo a mirar mi historial de enfermedades, casi no escribiría nada. Sólo tuve de pequeño principio de paperas, y sobre los once o doce años, meningitis, pero de la buena. Nada más. Ni siquiera he pasado por la experiencia de la gripe. A veces algún resfriado, pero no llega a más. Y a veces, de pequeño, como a todos os habrá ocurrido, episodios de fiebre. (Lo que no me ocurre con la gripe, me sucede con los esguinces y torceduras).
Antes de julio, ya me habré vacunado, ya tendré a mis anticuerpos preparados para el ataque. Y eso que he estado en contacto muchas veces con personas con la varicela, pero se ve que los virus no me quieren, jo, se parecen a los mosquitos, que tampoco me pican, jo, no les parezco interesante..., ¡¡no me ajuntan!! En fin, es hora de hablar con mis amigas las arañas para que se encarguen de mis pequeños "no-amiguitos-voladores".
Me voy a vacunar. Ojalá existiese una vacuna eficaz para poder erradicar de una vez por todas la intolerancia y la hipocresía. Pero eso es tan sólo una utopía. Estoy pensando ahora mismo, qué vacunas inventaría, contra qué me gustaría luchar de forma más inmediata, en el entorno en el que me muevo. A parte de las dos mencionadas, también me sometería a otros pinchazos con tal de ver que la mala educación se va reduciendo, que la violencia a la primera de cambio se va olvidando, que la traición se convierte en un mito.
Me voy a vacunar. Y la vacuna que me van a inyectar es real y efectiva (o eso espero). Me voy de campamento este verano, y después de lo que le está pasando a una amiga de mi madre, hemos llegado a la conclusión de que sería recomendable ahora, ponerme dicha inyección letal. Letal para los virus, claro. Mejor ahora que no de mayor, porque se pasa peor y es más perjudicial. Seguro que ya sabéis de que se trata: de la vacuna contra la varicela. La amiga de mi madre las está pasando canutas, y yo no quisiera pasar por eso. Si me pongo a mirar mi historial de enfermedades, casi no escribiría nada. Sólo tuve de pequeño principio de paperas, y sobre los once o doce años, meningitis, pero de la buena. Nada más. Ni siquiera he pasado por la experiencia de la gripe. A veces algún resfriado, pero no llega a más. Y a veces, de pequeño, como a todos os habrá ocurrido, episodios de fiebre. (Lo que no me ocurre con la gripe, me sucede con los esguinces y torceduras).
Antes de julio, ya me habré vacunado, ya tendré a mis anticuerpos preparados para el ataque. Y eso que he estado en contacto muchas veces con personas con la varicela, pero se ve que los virus no me quieren, jo, se parecen a los mosquitos, que tampoco me pican, jo, no les parezco interesante..., ¡¡no me ajuntan!! En fin, es hora de hablar con mis amigas las arañas para que se encarguen de mis pequeños "no-amiguitos-voladores".
viernes, 3 de junio de 2005
Historias para no dormir
Reconozco que muchas de mis bromas son muy idiotas. Admito mi parte de culpa en el proceso de idiotización del país (Jim Carrey)
04:51 horas de la madrugada. Me hallaba durmiendo en mi camita tranquilamente, creyendo que el sueño era el protector de mis noches, confiando que el inconsciente me otorgase la inmortalidad, pero algo desestabilizó mi sedado estado al que me estaban sometiendo las nocturnas imágenes encerradas en mi mente: la puerta se abrió.
Si algo me caracteriza, es que duermo con la puerta cerrada. Me gusta. Me da seguridad. Me alerta. Me aisla. De pequeño dormía con la puerta abierta, y una vez me desperté, abrí los ojos en dirección al espacio reducido del pasillo que podía ver, y por un instante, pude vislumbrar cómo un forma blanca, a modo de vestido de cola, se adentraba por el pasillo hasta que dejó de ser perceptible por mí. No daba crédito a mis ojos. Mis padres, estaban en su cama, al igual que mi hermana en la suya. Yo, tampoco podía ser esa forma blanca, porque también estaba en mi cama. Nadie más había en casa.
Lo primero que hice la mañana siguiente, fue contárselo a mi hermana. Me dijo que no le tenía que tener miedo, ya que seguramente era mi ángel de la guarda que me estaba protegiendo. A partir de entonces, comencé a cerrar la puerta porque tenía miedo. Para que mi ángel de la guarda me protegiera desde fuera. Actualmente, cierro la puerta por dos motivos: el primero, porque tengo, al igual que mi vecina de stand, de la feria del libro un don, llamado (no voy a decir el "resplandor" porque ya tiene el copyright) el "depiertador" (que no es lo mismo que despertador, un artilugio que sirve para que suene a la hora programada). El "despiertador" consiste en que, cuando alguien abre la puerta de la habitación en la que estoy durmiendo, mi cuerpo se desvela automáticamente. Y eso me gusta. Hace que no me sienta vulnerable. El segundo motivo por el que cierro la puerta, es para que mi ángel de la guarda no salga de la habitación, y me cuide desde dentro (aunque yo sé que puede ir a cualquier sitio por muchas barreras físicas que existan).
Entonces, la puerta se abrió. Y yo, me desperté. Una figura, se empezó a alejar del umbral de la puerta a medida que más se aproximaba a mí. Instantáneamente, me di cuenta de que ya no había vuelta atrás. Que no estaba soñando. Que tenía que hacer algo inmediatamente. Me incorporé, y percibiendo que aquel ser me llamaba por mi nombre de una forma que no estaba acostumbrado a oír, supe, cuando me vino la consciencia de que estaba en el mundo real, que tenía que llevar a esta personita engendradora de mi futura hermana, a urgencias.
Mi madre se quedó en casa, mientras la persona que se preparaba para una experiencia ya vivida unos años atrás, rezaba todo lo que sabía por llegar pronto al hospital. Nada más llegar, un enfermero salió al paso con una silla de ruedas, y enseguida, los dolores se empezaron a difuminar por el pasillo mientras la figura se iba haciendo cada vez más pequeñita hasta desaparecer (no por la longitud del pasillo, sino porque doblaron una esquina). De vez en cuando llamaba a mi madre a casa, para contarle las nuevas. Al fin, me dejaron entrar a la sala donde se recuperaba la exhausta personita. Pero allí no estaba mi futura hermanita. Aún no había dado a luz.
Algo que sí sé, es el nombre que le va a poner mi padre a mi hermana menor: Sucia Pécora. Como pueden leer, es un nombre compuesto. Mi hermana mayor la llamará cariñosamente Pécora, pero mi padre le llamará simplemente Sucia. El día que mi padre expulse la piedra del riñón, la bautizaremos. Tendré una hermana mandarina, porque es una "china". Ya mi hermana parió hace relativamente poco, un sobrino mío llamado Armagedon, pero en la familia le llamábamos Arma. Se quiso independizar y su afán por ser el mejor marinero, le hizo surcar las tuberías más siniestras y peligrosas.
En fin, mi papichu ya nos dirá cuando tendrá a la pequeña Sucia Pécora. Mientras tanto, necesita reposo y descanso. La verdad, me da rabia que mi padre vaya a ser de nuevo padre, que vaya a parir, y no le concedan días libres.
04:51 horas de la madrugada. Me hallaba durmiendo en mi camita tranquilamente, creyendo que el sueño era el protector de mis noches, confiando que el inconsciente me otorgase la inmortalidad, pero algo desestabilizó mi sedado estado al que me estaban sometiendo las nocturnas imágenes encerradas en mi mente: la puerta se abrió.
Si algo me caracteriza, es que duermo con la puerta cerrada. Me gusta. Me da seguridad. Me alerta. Me aisla. De pequeño dormía con la puerta abierta, y una vez me desperté, abrí los ojos en dirección al espacio reducido del pasillo que podía ver, y por un instante, pude vislumbrar cómo un forma blanca, a modo de vestido de cola, se adentraba por el pasillo hasta que dejó de ser perceptible por mí. No daba crédito a mis ojos. Mis padres, estaban en su cama, al igual que mi hermana en la suya. Yo, tampoco podía ser esa forma blanca, porque también estaba en mi cama. Nadie más había en casa.
Lo primero que hice la mañana siguiente, fue contárselo a mi hermana. Me dijo que no le tenía que tener miedo, ya que seguramente era mi ángel de la guarda que me estaba protegiendo. A partir de entonces, comencé a cerrar la puerta porque tenía miedo. Para que mi ángel de la guarda me protegiera desde fuera. Actualmente, cierro la puerta por dos motivos: el primero, porque tengo, al igual que mi vecina de stand, de la feria del libro un don, llamado (no voy a decir el "resplandor" porque ya tiene el copyright) el "depiertador" (que no es lo mismo que despertador, un artilugio que sirve para que suene a la hora programada). El "despiertador" consiste en que, cuando alguien abre la puerta de la habitación en la que estoy durmiendo, mi cuerpo se desvela automáticamente. Y eso me gusta. Hace que no me sienta vulnerable. El segundo motivo por el que cierro la puerta, es para que mi ángel de la guarda no salga de la habitación, y me cuide desde dentro (aunque yo sé que puede ir a cualquier sitio por muchas barreras físicas que existan).
Entonces, la puerta se abrió. Y yo, me desperté. Una figura, se empezó a alejar del umbral de la puerta a medida que más se aproximaba a mí. Instantáneamente, me di cuenta de que ya no había vuelta atrás. Que no estaba soñando. Que tenía que hacer algo inmediatamente. Me incorporé, y percibiendo que aquel ser me llamaba por mi nombre de una forma que no estaba acostumbrado a oír, supe, cuando me vino la consciencia de que estaba en el mundo real, que tenía que llevar a esta personita engendradora de mi futura hermana, a urgencias.
Mi madre se quedó en casa, mientras la persona que se preparaba para una experiencia ya vivida unos años atrás, rezaba todo lo que sabía por llegar pronto al hospital. Nada más llegar, un enfermero salió al paso con una silla de ruedas, y enseguida, los dolores se empezaron a difuminar por el pasillo mientras la figura se iba haciendo cada vez más pequeñita hasta desaparecer (no por la longitud del pasillo, sino porque doblaron una esquina). De vez en cuando llamaba a mi madre a casa, para contarle las nuevas. Al fin, me dejaron entrar a la sala donde se recuperaba la exhausta personita. Pero allí no estaba mi futura hermanita. Aún no había dado a luz.
Algo que sí sé, es el nombre que le va a poner mi padre a mi hermana menor: Sucia Pécora. Como pueden leer, es un nombre compuesto. Mi hermana mayor la llamará cariñosamente Pécora, pero mi padre le llamará simplemente Sucia. El día que mi padre expulse la piedra del riñón, la bautizaremos. Tendré una hermana mandarina, porque es una "china". Ya mi hermana parió hace relativamente poco, un sobrino mío llamado Armagedon, pero en la familia le llamábamos Arma. Se quiso independizar y su afán por ser el mejor marinero, le hizo surcar las tuberías más siniestras y peligrosas.
En fin, mi papichu ya nos dirá cuando tendrá a la pequeña Sucia Pécora. Mientras tanto, necesita reposo y descanso. La verdad, me da rabia que mi padre vaya a ser de nuevo padre, que vaya a parir, y no le concedan días libres.
miércoles, 1 de junio de 2005
Sonatina
¬
La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!
La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!
"Sonatina", de Rubén Darío
martes, 31 de mayo de 2005
¡Tu cara me suena!
Lo que haga hoy es importante porque estoy utilizando un día de mi vida en ello (Anónimo)
Acercóse un cuco al alféizar de mi entreabierta ventana, y con su sibilino recital, acuciaba a incorporarme de mi lecho, pues él conocía de antemano, lo que me iba a deparar el futuro más cercano. El incesante “cu-cú”, era un augurio bastante optimista, así que cubrí mis células con nutrientes, las aseé, y me dispuse a guiarlas hasta el lugar de trabajo.
Y una, sólo una inocente frase bastó para que el argénteo cielo se cubriera por entero, de sonrisas: “¡Tu cara me suena!”. Miré al niño, como un médico que examina una radiografía, y le pregunté: “¿De qué colegio eres?”. La respuesta no podría haber sido más acertada, primero, porque era difícil que se equivocara habiendo asistido al centro durante cinco años seguidos, y segundo, porque era lo que quise oír: “Del Miguel Delibes”. “¿De Leganés?”, -pregunté a modo de constatación. “Sí”, qué gran respuesta..., breve, pero eficaz.
Decidí entonces, una vez diera por concluida la mañana, y diese descanso al stand, comer con este jovencito, sus compañeros del colegio, y sus respectivos profesores. ¿Por qué? ¿A qué se debe? (Ahora es cuando me dejo llevar por mi escritura infantil, llena de euforia e ímpetu, y de carácter, no informal, sino “informalísimo”).
¡¡¡Yo he realizado las prácticas en ese colegio el año pasado!!! ¡Qué alegría que me reconozcan! El chico era de 4ºA, y yo estuve en 4ºB, y me comentó que les iba a decir a los de 4ºB, que ahora son de 5ºB, que estaba en ese puesto. ¡Qué ilusión! Venían en grupitos pequeños (de 3 en 3 aproximadamente) por lo que la mañana se me ha hecho bastante corta. Hablando con ellos, ¡uff!, qué lío de amores se traen, están muchos emparejados, ¡jajajaja! (Ahora que lo pienso..., ¡unos tan bien y otros aquí, sin nadie a quien abrazar!) (Este paréntesis es para decir que el paréntesis anterior me ha salido algo melancólico, así que, no lo lean) (Este otro paréntesis es un anexo del anterior para informarles de que, si lo han leído..., pues bórrenlo de su mente).
Querían que les diera cosas gratis..., lo único, los marca-páginas. También querían saber si tenía algún cigarro, vamos, si fumaba, porque si iban con un cigarro a un stand, y lo rompían, les daban una pequeña pelotita, estilo “hackie”, pero en eso, no he podido ayudarles (he estado a punto de hacerme fumador hoy para ayudarles..., si es que..., lo que soy capaz de hacer por mis niños). Pues eso, que he comido con ellos, tenían ganas de que les contara historias de miedo..., ¡a las 14:45 horas! ¡jajaja! Pero no me he negado a ello. Y lo mejor..., ¡¡¡me han dicho que me echan de menos!!! (y yo que hoy les echaba de más, jajaja). Uno de mis niños me ha dado su bocadillo (de chorizo) pues él se había comido uno, y otra niña me ha dado un zumo y una manzana. ¡Si es que, les tengo bien educados! En fin, que ya me pasaré el día 18 de junio, que tienen una fiesta en el colegio, y el 24 se van a la piscina..., supongo que estaré ese día por Badajoz..., porque de lo contrario..., ¡aguadillas!
Acercóse un cuco al alféizar de mi entreabierta ventana, y con su sibilino recital, acuciaba a incorporarme de mi lecho, pues él conocía de antemano, lo que me iba a deparar el futuro más cercano. El incesante “cu-cú”, era un augurio bastante optimista, así que cubrí mis células con nutrientes, las aseé, y me dispuse a guiarlas hasta el lugar de trabajo.
Y una, sólo una inocente frase bastó para que el argénteo cielo se cubriera por entero, de sonrisas: “¡Tu cara me suena!”. Miré al niño, como un médico que examina una radiografía, y le pregunté: “¿De qué colegio eres?”. La respuesta no podría haber sido más acertada, primero, porque era difícil que se equivocara habiendo asistido al centro durante cinco años seguidos, y segundo, porque era lo que quise oír: “Del Miguel Delibes”. “¿De Leganés?”, -pregunté a modo de constatación. “Sí”, qué gran respuesta..., breve, pero eficaz.
Decidí entonces, una vez diera por concluida la mañana, y diese descanso al stand, comer con este jovencito, sus compañeros del colegio, y sus respectivos profesores. ¿Por qué? ¿A qué se debe? (Ahora es cuando me dejo llevar por mi escritura infantil, llena de euforia e ímpetu, y de carácter, no informal, sino “informalísimo”).
¡¡¡Yo he realizado las prácticas en ese colegio el año pasado!!! ¡Qué alegría que me reconozcan! El chico era de 4ºA, y yo estuve en 4ºB, y me comentó que les iba a decir a los de 4ºB, que ahora son de 5ºB, que estaba en ese puesto. ¡Qué ilusión! Venían en grupitos pequeños (de 3 en 3 aproximadamente) por lo que la mañana se me ha hecho bastante corta. Hablando con ellos, ¡uff!, qué lío de amores se traen, están muchos emparejados, ¡jajajaja! (Ahora que lo pienso..., ¡unos tan bien y otros aquí, sin nadie a quien abrazar!) (Este paréntesis es para decir que el paréntesis anterior me ha salido algo melancólico, así que, no lo lean) (Este otro paréntesis es un anexo del anterior para informarles de que, si lo han leído..., pues bórrenlo de su mente).
Querían que les diera cosas gratis..., lo único, los marca-páginas. También querían saber si tenía algún cigarro, vamos, si fumaba, porque si iban con un cigarro a un stand, y lo rompían, les daban una pequeña pelotita, estilo “hackie”, pero en eso, no he podido ayudarles (he estado a punto de hacerme fumador hoy para ayudarles..., si es que..., lo que soy capaz de hacer por mis niños). Pues eso, que he comido con ellos, tenían ganas de que les contara historias de miedo..., ¡a las 14:45 horas! ¡jajaja! Pero no me he negado a ello. Y lo mejor..., ¡¡¡me han dicho que me echan de menos!!! (y yo que hoy les echaba de más, jajaja). Uno de mis niños me ha dado su bocadillo (de chorizo) pues él se había comido uno, y otra niña me ha dado un zumo y una manzana. ¡Si es que, les tengo bien educados! En fin, que ya me pasaré el día 18 de junio, que tienen una fiesta en el colegio, y el 24 se van a la piscina..., supongo que estaré ese día por Badajoz..., porque de lo contrario..., ¡aguadillas!
viernes, 27 de mayo de 2005
Ocio laboral
Quien se considera demasiado importante para trabajos pequeños, suele ser demasiado pequeño para trabajos importantes (Jacques Tati)
Ayer tuve una entrevista de trabajo. ¡¡Me cogieron!! Pero resulta, que mientras estaba esperando a que me tocara el turno de la entrevista..., me salió otro trabajo. ¡¡Y ambos, son compatibles!!
Estaba yo sentado en una silla que había en una sala del Kings College, y una chica que trabajaba allí, me comentó que si quería trabajar 15 días en la feria del libro. Esa chica me sonaba de algo..., quizá, porque era mi hermana. Voy a estar en un stand con libros de la Complutense, casualmente de la Facultad en la que yo he estudiado. De lunes a viernes, estaré por la mañana solito, y los fines de semana, todo el día, con dos compañeras. Estoy en el stand 189, por si queréis pasaros a verme, jajajaja.
La entrevista, era para trabajar en julio como monitor de tiempo libre. Me voy del 2 al 30 de julio, a Jaen, más concretamente en la zona de las sierras de Cazorla y Segura. ¡¡Qué ilusión!! Habrá actividades de multiaventura, manualidades, talleres, dinámicas, deportes..., bueno, esas cosas que suele haber, je, y casi todos los días..., ¡¡1 horita de piscina!! ¡yujuuuu! Estoy eufórico, aunque no tanto como ayer, pero tengo muchísimas ganas de subirme al autobús con mi grupo de niños y niñas y cantar durante todo el viaje.
Aprovecho para introducir un pequeño anexo al último "clásico de ayer" sobre las noposiciones, que aunque no me las prepare más, al menos me presentaré, ya sin nervios, simplemente por ver las preguntas, para ver cómo son, y por hacer turismo por Badajoz.
Ya queda poquito para saber si a Madrid le conceden la candidatura olímpica...
Ayer tuve una entrevista de trabajo. ¡¡Me cogieron!! Pero resulta, que mientras estaba esperando a que me tocara el turno de la entrevista..., me salió otro trabajo. ¡¡Y ambos, son compatibles!!
Estaba yo sentado en una silla que había en una sala del Kings College, y una chica que trabajaba allí, me comentó que si quería trabajar 15 días en la feria del libro. Esa chica me sonaba de algo..., quizá, porque era mi hermana. Voy a estar en un stand con libros de la Complutense, casualmente de la Facultad en la que yo he estudiado. De lunes a viernes, estaré por la mañana solito, y los fines de semana, todo el día, con dos compañeras. Estoy en el stand 189, por si queréis pasaros a verme, jajajaja.
La entrevista, era para trabajar en julio como monitor de tiempo libre. Me voy del 2 al 30 de julio, a Jaen, más concretamente en la zona de las sierras de Cazorla y Segura. ¡¡Qué ilusión!! Habrá actividades de multiaventura, manualidades, talleres, dinámicas, deportes..., bueno, esas cosas que suele haber, je, y casi todos los días..., ¡¡1 horita de piscina!! ¡yujuuuu! Estoy eufórico, aunque no tanto como ayer, pero tengo muchísimas ganas de subirme al autobús con mi grupo de niños y niñas y cantar durante todo el viaje.
Aprovecho para introducir un pequeño anexo al último "clásico de ayer" sobre las noposiciones, que aunque no me las prepare más, al menos me presentaré, ya sin nervios, simplemente por ver las preguntas, para ver cómo son, y por hacer turismo por Badajoz.
Ya queda poquito para saber si a Madrid le conceden la candidatura olímpica...
lunes, 23 de mayo de 2005
"Noposiciones"
La educación hace a la gente fácil de guiar, pero difícil de arrastrar; fácil de gobernar, pero imposible de esclavizar (Henry Peter)
Sí, realmente la palabra del título no existe. Para mí sí. Su definición es: "dícese de las pruebas selectivas que se realizan para acceder al cuerpo de maestros, y a las que yo no voy a asistir". Es una palabra que posee un prefijo de negación (no) y el ejercicio en sí que valora la capacidad de una persona para considerarla apto o no apto (oposiciones). También se refiere a la palabra compuesta, formada por "no" y por "posiciones", esto es, que no encuentro mi posición, no hallo mi sitio en estos exámenes, no encuentro la puerta de entrada, porque ni siquiera puedo salir del calabozo en el que me he hecho preso.
No sé si es que no me estoy preparando bien el temario, o no me importa si me examino o no. La segunda respuesta tiene solución: me importa mucho mi carrera, sé que quiero ser profesor, pero estoy desilusionado con estas oposiciones, no tengo fuerza de voluntad, y lo que no quiero, es ir, por ir; ir para hacer el ridículo; ir por el mero hecho de que "tengo que hacerlo" pues es lo que espera mi gente de mí. Nos movemos muchas veces por lo que demanda la sociedad o los que están más cerca de ti. Pero nadie, como un opositor, es el que sabe si realmente está preparado o no. Demasiados incidentes he tenido durante mi intento de preparme las oposiciones como para estar seguro de lo que me digo.
Ahora queda menos de un mes para las pruebas..., ¿y si digo que no me presento? ¡qué va a pensar el mundo! ¡Este chico está huyendo! Pero quizá, es porque quiera hacerlo bien. El mayor problema, es que voy sin motivación. Ya sé, que muchos podéis pensar que a los exámenes se acude sin motivación, pero yo, cuando estudio, estoy motivado, sea el examen que sea, me guste más, me guste menos. Motivación..., es el factor más decisivo en cuanto a la interiorización del aprendizaje se refiere. Será por eso que prácticamente no he asimilado mucho después de tres meses de estudios. Estoy muy desanimado, y muy pocas cosas me hacen desconectar del ambiente que respiran mis células, ¡pobres!, que las tengo en un estado de tensión constante.
Nunca me han dado miedo los exámenes. Para que os hagáis una idea, cuando hice la Selectividad, no estuve nervioso en ningún momento, fueron días muy alegres para mí. El día anterior a mi primer examen, no repasé. En cambio, me fui al cine a ver no me acuerdo qué película, y a dar una vuelta con mis amigos. No temo a las oposiciones, pero sí a hablar sin saber.
No soy de esos que dicen que un examen le ha salido mal, y luego sacan un sobresaliente. Si salgo contento, lo expreso, y por lo general, el examen hace juego con mi estado de ánimo "d.E." (después del Examen).
Y pensaba presentarme, incluso ayer pensaba que me iba a presentar..., pero hoy..., hoy ya no; he abierto los ojos, he visto mi torpeza, y ya es tarde para rectificar. Bienvenidas, "noposiciones".
Sí, realmente la palabra del título no existe. Para mí sí. Su definición es: "dícese de las pruebas selectivas que se realizan para acceder al cuerpo de maestros, y a las que yo no voy a asistir". Es una palabra que posee un prefijo de negación (no) y el ejercicio en sí que valora la capacidad de una persona para considerarla apto o no apto (oposiciones). También se refiere a la palabra compuesta, formada por "no" y por "posiciones", esto es, que no encuentro mi posición, no hallo mi sitio en estos exámenes, no encuentro la puerta de entrada, porque ni siquiera puedo salir del calabozo en el que me he hecho preso.
No sé si es que no me estoy preparando bien el temario, o no me importa si me examino o no. La segunda respuesta tiene solución: me importa mucho mi carrera, sé que quiero ser profesor, pero estoy desilusionado con estas oposiciones, no tengo fuerza de voluntad, y lo que no quiero, es ir, por ir; ir para hacer el ridículo; ir por el mero hecho de que "tengo que hacerlo" pues es lo que espera mi gente de mí. Nos movemos muchas veces por lo que demanda la sociedad o los que están más cerca de ti. Pero nadie, como un opositor, es el que sabe si realmente está preparado o no. Demasiados incidentes he tenido durante mi intento de preparme las oposiciones como para estar seguro de lo que me digo.
Ahora queda menos de un mes para las pruebas..., ¿y si digo que no me presento? ¡qué va a pensar el mundo! ¡Este chico está huyendo! Pero quizá, es porque quiera hacerlo bien. El mayor problema, es que voy sin motivación. Ya sé, que muchos podéis pensar que a los exámenes se acude sin motivación, pero yo, cuando estudio, estoy motivado, sea el examen que sea, me guste más, me guste menos. Motivación..., es el factor más decisivo en cuanto a la interiorización del aprendizaje se refiere. Será por eso que prácticamente no he asimilado mucho después de tres meses de estudios. Estoy muy desanimado, y muy pocas cosas me hacen desconectar del ambiente que respiran mis células, ¡pobres!, que las tengo en un estado de tensión constante.
Nunca me han dado miedo los exámenes. Para que os hagáis una idea, cuando hice la Selectividad, no estuve nervioso en ningún momento, fueron días muy alegres para mí. El día anterior a mi primer examen, no repasé. En cambio, me fui al cine a ver no me acuerdo qué película, y a dar una vuelta con mis amigos. No temo a las oposiciones, pero sí a hablar sin saber.
No soy de esos que dicen que un examen le ha salido mal, y luego sacan un sobresaliente. Si salgo contento, lo expreso, y por lo general, el examen hace juego con mi estado de ánimo "d.E." (después del Examen).
Y pensaba presentarme, incluso ayer pensaba que me iba a presentar..., pero hoy..., hoy ya no; he abierto los ojos, he visto mi torpeza, y ya es tarde para rectificar. Bienvenidas, "noposiciones".
viernes, 20 de mayo de 2005
Para tocar el cielo
¬
El calor de tu amor
me da sed y donde bebo yo
es donde quiero beber
y saciará allí mi sed.
El color de tus ojos
se adivina entre tu pelo, y yo
los deseo más que ayer
y que la primera vez.
No preciso viajar lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo,
ya me basta, para tocar el cielo.
El sabor de tus labios
es de selecto capricho que
sólo yo puedo probar
y a chincharse los demás.
El candor de tu abrazo,
puro cielo eterno embriagador,
es mi fe y mi religión,
garantía del amor.
El calor de tu amor
me da sed y donde bebo yo
es donde quiero beber
y saciará allí mi sed.
El color de tus ojos
se adivina entre tu pelo, y yo
los deseo más que ayer
y que la primera vez.
No preciso viajar lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo,
ya me basta, para tocar el cielo.
El sabor de tus labios
es de selecto capricho que
sólo yo puedo probar
y a chincharse los demás.
El candor de tu abrazo,
puro cielo eterno embriagador,
es mi fe y mi religión,
garantía del amor.
"Para tocar el cielo", de Tontxu
(La versión que canta con Antonio Vega es alucinante)
jueves, 19 de mayo de 2005
Mi primo, un "Serrano" más...
Lo difícil de tener éxito, es que hay que volver a tenerlo cada día (Hans Kilian)
Ayer, mi primo salió en el capítulo de los Serrano. Y no es por que sea mi primo, pero... ¡qué bien actuó! Él no es actor, sino especialista, y ayer, al pobre, le dieron una paliza.
Os lo voy a presentar: Alfonso - Personitas; Personitas - Alfonso. Para alguno que lo haya grabado, o tenga buena memoria, os diré que apareció en el bar, justo cuando estaban viendo el partido. Llevaba una camiseta azul clarita de manga corta y estaba junto a otro chico con barbita y camiseta negra, y más bajo que él. Dije lo de la paliza, porque mi primo fue el primero en recibir un puñetazo. ¡Pero qué bien cae! Ya nos gustaría a nosotros tener ese estilazo. Después le cogieron del cuello y le aporrearon. ¡Pero cómo conserva el tipo mi primo, ante esa situación tan desfavorable! Luego se pudo quitar de enmedio al agresor, tirándole contra la barra, y golpeándole repetidas veces en el estómago. ¡Pero qué porte tiene mi primo a la hora de repartir con tanta naturalidad, sus tan logrados puñetazos!
Me he esforzado al máximo, como podéis juzgar por vosotros mismos, en ser lo más objetivo posible, ¿eh?, que luego no quiero que critiquéis que, como era mi primo..., jajajaja. De aquí, a la fama con ese cuerpo "serrano" que de mi madrina y de mi tito heredó.
¡Ah! Si queréis firmas de mi primo, no hay ningún problema; eso sí, por gastos de envío y molestias causadas al especialista (podría hacerse un esguince de muñeca firmando), hay una pequeña cuota de 250 euros. Piénsenlo bien, que cuando sea famoso valdrá diez veces más.
Ayer, mi primo salió en el capítulo de los Serrano. Y no es por que sea mi primo, pero... ¡qué bien actuó! Él no es actor, sino especialista, y ayer, al pobre, le dieron una paliza.
Os lo voy a presentar: Alfonso - Personitas; Personitas - Alfonso. Para alguno que lo haya grabado, o tenga buena memoria, os diré que apareció en el bar, justo cuando estaban viendo el partido. Llevaba una camiseta azul clarita de manga corta y estaba junto a otro chico con barbita y camiseta negra, y más bajo que él. Dije lo de la paliza, porque mi primo fue el primero en recibir un puñetazo. ¡Pero qué bien cae! Ya nos gustaría a nosotros tener ese estilazo. Después le cogieron del cuello y le aporrearon. ¡Pero cómo conserva el tipo mi primo, ante esa situación tan desfavorable! Luego se pudo quitar de enmedio al agresor, tirándole contra la barra, y golpeándole repetidas veces en el estómago. ¡Pero qué porte tiene mi primo a la hora de repartir con tanta naturalidad, sus tan logrados puñetazos!
Me he esforzado al máximo, como podéis juzgar por vosotros mismos, en ser lo más objetivo posible, ¿eh?, que luego no quiero que critiquéis que, como era mi primo..., jajajaja. De aquí, a la fama con ese cuerpo "serrano" que de mi madrina y de mi tito heredó.
¡Ah! Si queréis firmas de mi primo, no hay ningún problema; eso sí, por gastos de envío y molestias causadas al especialista (podría hacerse un esguince de muñeca firmando), hay una pequeña cuota de 250 euros. Piénsenlo bien, que cuando sea famoso valdrá diez veces más.
miércoles, 18 de mayo de 2005
Callar
¬
Callar, callar. No callo porque quiero,
callo porque la pena se me impone
para que la palabra no destrone
mi más hondo silencio verdadero.
Reina el silencio, el obrador austero
que un puente entre dos músicos compone,
para que el labio enmudecido entone
hacia dentro, hasta el pozo, el salmo entero.
Yo bien quisiera abrir al sello el borde,
desligar a las aves del acorde
y en volador arpegio darles cielo,
si no temiera que al soltar la rama
en vez de dulce cántico del celo
sonara la palabra que no ama.
Callar, callar. No callo porque quiero,
callo porque la pena se me impone
para que la palabra no destrone
mi más hondo silencio verdadero.
Reina el silencio, el obrador austero
que un puente entre dos músicos compone,
para que el labio enmudecido entone
hacia dentro, hasta el pozo, el salmo entero.
Yo bien quisiera abrir al sello el borde,
desligar a las aves del acorde
y en volador arpegio darles cielo,
si no temiera que al soltar la rama
en vez de dulce cántico del celo
sonara la palabra que no ama.
"Callar", de Gerardo Diego (poeta de la Generación del 27)
martes, 17 de mayo de 2005
El amor del doctor en filosofía
¬
Un individuo estaba haciendo su doctorado en filosofía,
y su mujer sólo comprendió la seriedad con que estudiaba su marido
el día que le preguntó: "¿Cuál es la razón de que me quieras tanto?".
Veloz como el rayo, el marido replicó: "Cuando dices 'tanto',
Veloz como el rayo, el marido replicó: "Cuando dices 'tanto',
¿te refieres a la intensidad, a la profundidad,
a la frecuencia, a la calidad o a la duración?"
Jamás ha captado nadie
la belleza de la rosa
diseccionando sus pétalos.
Jamás ha captado nadie
la belleza de la rosa
diseccionando sus pétalos.
"La oración de la rana", de Anthony de Mello
domingo, 15 de mayo de 2005
La música, un bien común
La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón (Magdalena Martínez)
¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo tarareando alguna vez una canción que le era desagradable? ¿Quién no se ha "pillado in fraganti" toqueteando el volante o una mesa, o su propia pierna, al compás de la música? ¿Y quién, jamás de los "jamases", ha escenificado, a solas, la canción que estaba escuchando mientras agarraba un bolígrafo o similar? Reconozcámoslo, la música es un acompañante más en nuestras vidas, no la podemos evitar..., ni queremos.
La música aporta muchos recursos expresivos que no se pueden omitir, como decirle a una persona algo, que, o bien no te atreves por ti mismo, o bien no encuentras mejores palabras; o como el seductor juego del baile, con sus millones de gestos que habría, imposibles de analizar uno por uno; la música influye, y no me cabe la menor duda, en el estado de ánimo de las personas; si la canción no te gusta, te aburres; si es tu preferida, la sonrisa de oreja a oreja se produce a velocidades próximas a las de la luz; la música, también evoca momentos diversos, como la primera canción que bailaste con tu pareja, la canción que te recuerda el viaje de fin de curso, la canción que tocaste en el parque con tus amigos en el estreno de tu guitarra, etc.
Y a pesar de que la música es tan variada, y para gustos, colores, no debemos despreciar lo que no nos guste o no conocemos por sólo haber oído una canción de ese estilo. Si os sirve de ejemplo, a mí no me gustan los espárragos, pero ayer sábado, en la boda de mi primo tomé un plato de revuelto de tortilla con espárragos trigueros muy, muy bueno. Tampoco me gustan las alubias, y no es que me den asco..., sencillamente, mi paladar no está preparado para ese manjar, que a mí no me gusta.
La música como terapia, como disfrute, como juego, como sea, pero que siempre esté a vuestro lado. Por un mundo musical (y afinado).
¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo tarareando alguna vez una canción que le era desagradable? ¿Quién no se ha "pillado in fraganti" toqueteando el volante o una mesa, o su propia pierna, al compás de la música? ¿Y quién, jamás de los "jamases", ha escenificado, a solas, la canción que estaba escuchando mientras agarraba un bolígrafo o similar? Reconozcámoslo, la música es un acompañante más en nuestras vidas, no la podemos evitar..., ni queremos.
La música aporta muchos recursos expresivos que no se pueden omitir, como decirle a una persona algo, que, o bien no te atreves por ti mismo, o bien no encuentras mejores palabras; o como el seductor juego del baile, con sus millones de gestos que habría, imposibles de analizar uno por uno; la música influye, y no me cabe la menor duda, en el estado de ánimo de las personas; si la canción no te gusta, te aburres; si es tu preferida, la sonrisa de oreja a oreja se produce a velocidades próximas a las de la luz; la música, también evoca momentos diversos, como la primera canción que bailaste con tu pareja, la canción que te recuerda el viaje de fin de curso, la canción que tocaste en el parque con tus amigos en el estreno de tu guitarra, etc.
Y a pesar de que la música es tan variada, y para gustos, colores, no debemos despreciar lo que no nos guste o no conocemos por sólo haber oído una canción de ese estilo. Si os sirve de ejemplo, a mí no me gustan los espárragos, pero ayer sábado, en la boda de mi primo tomé un plato de revuelto de tortilla con espárragos trigueros muy, muy bueno. Tampoco me gustan las alubias, y no es que me den asco..., sencillamente, mi paladar no está preparado para ese manjar, que a mí no me gusta.
La música como terapia, como disfrute, como juego, como sea, pero que siempre esté a vuestro lado. Por un mundo musical (y afinado).
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