sábado, 3 de febrero de 2007

Voces

Ocurre con la gente de mente pequeña lo mismo que con las botellas de cuello estrecho. Cuanto menos contiene, más ruido hacen al vaciarlas (Alexander Pope)

No paro de oír voces.

El problema es que están en mi cabeza.

Llevo toda la mañana intentando buscar una solución.

No quiero comentárselo a nadie, no quiero que me tachen de loco.

Quizá sea algo pasajero, qué se yo, esperaré un rato más.

Me están taladrando la cabeza, no aguanto.

Llevo quince horas así.

Me acabo de meter en un vacío callejón.

No hay nadie, es de noche, y todavía no quiero ir a casa.

Vuelven las voces, miro a la izquierda y a la derecha y no hay nadie.

A lo lejos, una extraña silueta avanza despacio hacia mí.

Quizá esté empezando a tener visiones.

Ya no sé qué es real.

Se aproxima, y tranquilizo a mis nervios.

Es un chico con su bici al hombro y una mochila en el otro.

Para mi sorpresa, se para delante de mí y me habla..., pero no le oigo.

Suelta su mochila, y veloz, aproxima su mano hasta mi cara.

Dolor. Algo ha arrancado, pues mi oído llora.

Los ruidos me envuelven.

El chico vuelve a hablar pero suena a trueno.

Salgo corriendo mientras un cable golpea sin cesar, mi pecho.

Rápido, me vuelvo a poner los auriculares para protegerme del ruido.

Ese desgraciado, se merece el peor castigo que pueda existir.

Vuelvo a escuchar nuevemente las voces.

Es mejor que oír al mundo.

"Voces", de Acus.

12 comentarios:

The Froggy dijo...

"Música, melancólico alimento para los que vivimos de amor..."

Besitos sordos.

Javier dijo...

Voces... muchas voces... y violines, y pianos y tambores y trompetas y... ... y yo también quiero estar loco como tu, Acus.

Un abrazo Acus_tico amigo.

Anónimo dijo...

Mejor que oir al mundo.......me encantó, estamos iguales amigo.
Besos músicales
MORGANA

Anónimo dijo...

¿Tan mal estabas el sábado? Advertí algo pero... no creí que fuera para tanto. Yo no oigo al mundo, lo escucho y todo parece diferente, o quizá es diferente bajo este punto de vista. A veces también necesito desconectar. la locura, ese grado tuyo de locura es muy bueno,compartirla un poquito con los demás es ¡estupendo!. Gracias por compartir. besitos.

Anónimo dijo...

la voz de Chopin sobre el piano, me encanta.


saludo desde por acá. Acus.

Perovsquita dijo...

A veces merece la pena desconectar del mundo, no oir nada, y simplemente refugiarse en aquellos sonidos que nos deleitan.

Saludos!

Isabel Barceló Chico dijo...

Me ha gustado mucho cómo has manejado la intriga en este poema. O sea, que las voces ni siquiera le venían de dentro, sino, una vez más, de fuera... Besos, querido amigo.

Acus dijo...

Pues han sonado mucho en mi interior, Froggy..., sigue amando, sigue dando la música que guardas dentro, sigue siendo tan tú.

Da ahí viene mi nick, de acústica (como mi guitarra), me has descubierto Javier, ahora tengo que autodestruírme en 5 segundos, 4, 3, 2, 1..., ¡Plof!

Morgana, estoy autodestruído por la culpa de Javier. Pero te he dejado un holograma: Tus besos son de una afinación ultra-precisa. Gracias por calar tan hondo.

Anduría, estoy autodestruído por la culpa de Javier. Pero pude copiar un archivo para ti: Desconectar mucho tiempo es malo, puedes acostumbrarte a no saber volver a la realidad..., pero por supuesto, es necesario hacerlo.

Mariana, estoy autodestruído por la culpa de Javier. Pero me despedacé formando la siguiente frase: es que si juntas dos grandes elementos como esa voz y el piano, sólo pueden salir cosas bonitas.

Perovsquita, estoy autodestruído por la culpa de Javier. Pero envié ondas de radio para decirte: El problema es que acostumbrarnos a esos sonidos que nos deleitan haría que nos asustaran los sonidos que ignoramos de fuera.

Isabel Romana, estoy autodestruído por la culpa de Javir. Pero la NASA ha recuperado un microchip extraterrestre indestructible que guardaba en mi interior en el que te decía: Por supuesto que le venían de fuera las voces, pero tan absorto está escuchando siempre lo mismo, que las hace propias, que se olvida de que existen más sonidos, que lo que oye es su única fuente de alimento, y cualquier otro sonido es una agresión para él.

Ángela dijo...

No es más sordo en que no oye, sino el que no quiere oir, reza el refranero castellano.
Estupenda manera de describirlo, Acus.

Acus dijo...

¡Exacto Angelusa! Vaya, si llego a conocer ese refrán, lo hubiera puesto y me hubiera ahorrado mi "exprimimiento" de neurona (sí, en singular, y la pobrecilla está a tope de trabajo).

Eres muy buena leyendo entre líneas...¡

GAVIOTA dijo...

EXTRAORDINARIAMENTE GENIAL, HE DISFRUTADO MUCHO EL POST Y MAS AUN LOS COMENTARIOS, ESA DESTRUCCION DE JAVIER FUE IMPRESIONANTE!!!! SALUDOS

Acus dijo...

Me alegro Brisa Marina de que hayas disfrutado. Y lo de la destrucción..., ya ves, le digo a casi todos la misma frase, así me ahorraba estrujarme los sesos, jejeje. Gracias por tus palabras.