Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada (William Shakespeare)
A medida que el tren va disminuyendo su velocidad, me voy aproximando a él sin levantar la mirada del libro. El tren se detiene a la par que mi lectura. Levanto los ojos hacia el cristal de las puertas que están a punto de abrirse y la veo. No la conozco de nada, ni ella a mí. Nos estamos mirando. Se abren las puertas y me hago a un lado. No hemos dejado de mirarnos. Me sonríe, sale y me sonríe aún más. Me contagia la calidez de su sonrisa y se la devuelvo. Despacio, inicio la despedida adentrándome en el vagón. Las puertas se cierran, y con ellas, mi sueño.
martes, 31 de octubre de 2006
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10 comentarios:
me sigo saboreando con este hermoso blog... como digo yo... de BUENAS TINTAS... las que terminan en el paladar de la gente... las que siguen gustando a todos...
te pasas cuando quieras... salud
Qué lindo es cuando la gente se mira a los ojos y se sonríe... aunque no se conozca de nada... es una sensación hermosa. Muy bien descrito, sí señor... pero cuando es así uno tiene que quedarse en el andén, que ya se sabe que los andenes no vuelven a pasar fácilmente ;)
Besotes!
brillantes palabras... un manjar enorme lo que dices... te lo agradesco de corazón, de este lado del mapa llamdo argentina...
gracias
te pasas cuando quieras
Una sonrisa vale un millón y mas cuando es así natural, nada fingido de ese bello encuentro
Un abrazo de sonrisas
¿Realidad o sueño?. Enigmático.
A veces soñamos despiertos. Tu pequeño relato podrá ser el comienzo de una gran novela de intriga. ¿o no?.
Siempre estamos dispuestos a enamorarnos, el lio empieza después cuando queremos ser correspondidos.
Guerrerobox, gracias por tus tan agradables palabras, de verdad. Por supuesto que nos seguiremos leyendo, si algo gusta, uno tiende a repetir.
Es que, Froggy, tenía una visita inesperada en mi cabeza, se llamaba Timidez y no paraba de hablar conmigo. Iniciativa estaba durmiendo en su habitación y me daba penida despertarlo. Un besazo enorme, bichín.
Pues sí, Alida, fue una sonrisa tan espontánea que daba ganas de perderse en ella. Besos sonrientes.
Fue real, Javier, y aunque no he pensado en la posibilidad que me comentas, no suena mal. Si quieres, quédate con la idea por si te apetece escribir algo.
Otro problema, Cerillo, sería si alguien se enamora de nosotros y no le correspondemos...
Al principio de los tiempos surgió la mirada, después la sonrisa y más tarde la palabra ¡Que bonito si hubiera quedado en lo primero y segundo!.
Un besazo
Preciosos momentos. Y gracias por el enlace, que es recíproco.
Saludos
¿Te imaginas Anduría, que no hubiera existido el habla? Llegaría un momento en el que, con una mirada, llegarías a saber más que lo expresado con mil palabras...
Hey Hormiguita, fue un momento curioso, que me dejo una muy agradable sensación. Te enlazo porque el contenido de tu blog es muy atractivo. ¡Saludos!
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