jueves, 19 de octubre de 2006

Retórica

Hay dos cosas infinitas: El Universo y la estupidez humana (Albert Einstein)

Estando el otro día en los juzgados (no diré que eran los de Fuenlabrada, para que nadie se sienta identificado y/o herido), porque me disponía a solicitar un certificado de nacimiento (es que la gente nace, qué se le va a hacer), sucedió algo totalmente absurdo. Resulta que saqué el ticket para ver mi turno y era el número 13, me encanta ese número...

...y menos mal que me gusta, porque cuando yo estudiaba, mi instituto era el número 13 (por orden de construcción), y mi áula, era el áula número 13. Mi número de lista nunca fue el 13, qué pena. Mi instituto se llamaba Gabriel García Marquez, pero se le identificaba por su número...

...qué libro tan curioso escribió García Marquez, llamado "Crónicas de una muerte anunciada". Fue el primer libro que leí de este señor, y el único, pero me dejó un buen sabor de boca...

...los chicles Orbit son mis preferidos, sobre todo los de eucalipto, menta, clorofila o similar, ya que dejan la boca fresca. Se puede decir que soy un "chico-orbit", porque a veces parece que no estoy en este mundo, sino en otra galaxia, en otras órbitas...

...¡pobre Plutón! ¡Le han desterrado como planeta del sistema solar! Y pobre de aquellos que han nacido bajo el influjo de Plutón, el tarot ya no será lo mismo para ellos...

...cartas astrológicas, lectura de manos, tarot, adivinación del futuro por los posos del café, etc., son meros pasatiempos, donde la fiabilidad escasea, al menos desde mi punto de vista, no sé si habéis experimentado con estas cosillas y ha resultado ser cierto, pero hasta el día de hoy, para mí son divertimentos...

...y qué gracioso y absurdo fue lo que sucedió en los juzgados (no diré que son de Fuenlabrada), el día que fui a recoger un certificado de nacimiento..., ¡esta parte me suena un poco...! Es que era para encauzar lo que empecé a contar. (De hecho, esta introducción ha sido inspirada en un sketch del grupo argentino Les Luthiers; gracias Froggy por culturizarme).

Pues resulta que se van por el número 9. La chica de la ventanilla ve el número, le da al botón para avanzar un número más, ve el número 10 y a la milésima, cambia de nuevo y dice:

- "El onceee"

Veo a dos personas avanzar tranquilamente hacia la ventanilla, y detrás de ellos, un chico que avanza a paso rápido, que adelanta a la pareja y le dice de forma educada a la de la ventanilla:

- "¿Y qué pasa con el diez?"

- "¿De quién era?" - dice la de la ventanilla.

- "Mío" - le responde él. Y entonces se puso a atenderle.

¿Habéis descubierto lo absurdo de la pregunta? "¿De quién era?" A lo mejor la chica había pensado que el que le estaba preguntando por el número 10, era el que tenía el número 49, o quizá era un matemático famoso que no soportaba que la gente contara mal. Ambos pensamientos hubieran sido absurdos. Ante la pregunta del chico, "¿Y qué pasa con el 10?", un ciudadano algo inteligente sabría que esa persona tenía el número 10. Recuerdo que cuando la chica le hizo esa pregunta al chico, si yo hubiera estado en su lugar, me habría quedado absorto por la "gran capacidad de deducción que poseía", me habría quedado mudo, como si de una pregunta retórica se tratara.

9 comentarios:

ecasual dijo...

Será que así va también la lógica jurídica, últimamente...

-Saludos

The Froggy dijo...

Oir para creer... tiene que haber de todo en la viña... sino, de qué escribiríamos? :P

Viva Les Luthiers!!!!

Perovsquita dijo...

Es verdad, hay gente que hace unas preguntas... que no se paran a escuchar.

(aunqeu tengo que reconocer que en algún caso a mi tambien me ha pasado. Me doy cuenta, pero después.. de haber soltado la guinda).

Gracias por pasarte por el blogg acus.

alida dijo...

En la lista del colegio, me toco un par de años el nº 13, no me fue mal jejeje
García Márquez me encanta sus libros, el primero que leí fue cien años de soledad, después “El amor en tiempo de cólera”
Saludos

Acus dijo...

Hey Hormiguita, a veces sí que va así la lógica jurídica, te lo digo yo que estoy trabajando de forma eventual en un despacho de abogados. Saludos.

Es cierto, Froggy, gracias a las experiencias que vivimos... ¡¡escribimos en el blog!! Ojalá las personas sigamos siendo políticamente "incorrectas" para sacarles más jugo, je. Un abrazo.

Perovsquita, a mí también me pasa eso, y es posible que cuando nos trabamos..., alguien escriba un blog sobre nosotros... ¡yujuuuu! ¡Somos famosos! Próxima parada: Los programas del corazón. Saludos.

Si es que, Alida, el trece no es tan malo como lo pintan. Lo bueno de García Márquez es que es un clásico, y lo clásico nunca muere. Besis.

Anónimo dijo...

Querido amigo: a veces tenemos que ponernos en lugar del otro y descubrir lo que se siente cuando te das cuenta que has metido la pata y has pasado turnos demasiado deprisa o cualquier otra cosa. ¿no te ha pasado algo parecido alguna vez? si es así mi enhorabuana, algún día puede que te pase, hasta ese momento disfruta. Un abrazo

Acus dijo...

Dulcinea, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Planteas un tema muy bonito: La empatía, el poder ocupar el lugar del otro.
¡¡Y por supuesto que yo he metido la pata, no mil, sino un millón de veces!! Si te lo ha parecido, en ningún momento he pretendido despreciar a la chica de la ventanilla; mi intención fue la de transmitir la reacción que tuve ante tan peculiar contestación. No sé quién dijo "aprende a reírte de ti mismo para saber reírte de los demás". Seguro que se han gastado bromas con mis "meteduras de patas", pues ¡que les aproveche y se lo pasen bien!
Gracias por tu comentario

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con lo dicho por Dulcinea y que respuesta tan, tan bonita la tuya, me encanta que sepamos reirnos de nuestros fallos pero tu hasta lo haces lógico. Recuerda que el de la ventanilla puedes ser tu o yo.

Acus dijo...

Hey Anduría, yo he sido muchas veces como la de la ventanilla, y seguiré siéndolo. Me asustaría de alguien que nunca haya cometido ningún fallo..., sería artificial..., aunque..., ser artificial, es un gran fallo. Muakis