domingo, 28 de enero de 2007

El bufón

Aquí estoy otra vez,
vestido de bufón,
buscando una mentira,
que me haga sonreír,
que se lleve el dolor,
y vuelva la poesía.

Aquí...,

Aquí estoy otra vez,
vestido de payaso,
buscando un artificio
que oculte mi fracaso,
aquí estoy otra vez.

Me vestí de bufón
sólo para intentar disfrazar con mis atuendos
a las lágrimas que se me quedan dentro
.

Me vestí de bufón
sólo para llamar la atención con mis silencios
porque nadie me escuchó gritar por dentro,
(me escuchó gritar por dentro)
.

Por qué quiero llevar
la cabeza tan alta,
a quién quiero engañar,
si no puedo escuchar
a nadie sin oírme,
a nadie sin mirar
mi soledad,
y aquí estoy otra vez...

Me vestí de bufón
sólo para intentar disfrazar con mis atuendos
a las lágrimas que se me quedan dentro.

Me vestí de bufón
sólo para llamar la atención con mis silencios
porque nadie me escuchó gritar por dentro.

No es que no quiera ver,
(es que no has intentado),
nunca he intentado ver,
(lo que hay al otro lado).

"El bufón", de La sonrisa de Julia.

11 comentarios:

MentesSueltas dijo...

Hermoso, el bufon te devolvió la poesia... la alegria. Hermosas letras.

Un abrazo

MentesSueltas

Javier dijo...

Si supieras cómo me identifico con 'el bufón'. Sobre todo porque tiene alma y es tan difícil sentirla. Es curioso cómo adornamos a veces nuestros sentimientos de risas, aunque pordentro estemos llorando, ¿verdad?

Precioso, muchas gracias.

Un abrazo, talento.

MORGANA dijo...

Todos somos bufones en algun momento, si al menos hacemos sonreir a alguien ya habrá merecido la pena, no crees?
Besitos.

César González dijo...

Grande La Julia, jajajajaja...
Nada, es el eterno dilema de Rigoletto. Ser bufón y ser humano, aparentar y esonder. El sistema nos obliga a ser bufones muy seguido, porque ser autèntico es un atentado contra las reglas que intentan clasificarnos.
Saludos Acus.

María Elisa Quiaro dijo...

bufón, que bonita palabra para el loco del tarot

Tanhäuser dijo...

Hermoso, amigo mío, muy hermoso. Me ha recordado a aquel fragmento tan bello de la ópera de Leoncavallo: "...Ridi, Pagliaccio, sul tuo amore in franto!
Ridi del duol t'avvelena il cor!..."

Saludos

GAVIOTA dijo...

bEl traje de Bufòn, ha sido la mejor solución en ocasiones donde el dolor no nos deja otra opciòn. un abrazo

Isabel Barceló Chico dijo...

Otros lectores han subrayado los aspectos trágicos del bufón, su humanidad oculta bajo una carne risible. Es muy bello el poema. Sin embargo, querido amigo, debo pedirte que te quites ahora ese disfraz. Esta tarde tendrás una entrevista con la reina Dido y ella lo espera todo de tí. Besos y hasta pronto.

Acus dijo...

Mentessueltas, el bufón hecho poesía, la poesía del bufón... Sea como sea, hay alegría, sí, pero encubierta... ¡Saludos!

Javier, yo también me siento "bufón" en muchísimas ocasiones. Pero lo encuentro muy necesario, sobre todo por los que están a mi alrededor. No me acuerdo de quién, pero había un payaso, que unas horas antes de su última función le dieron una trágica noticia (creo que fue un accidente donde murieron sus padres). Sin embargo, él decidió actuar..., ese día provocó las mayores risas de su carrera, y fue de las más aplaudidas (los espectadores no sabían nada, por supuesto). Un abrazo enorme. No dejes de ser bufón, para no dejar de sacar miles y miles de sonrisas.

Morgana, totalmente de acuerdo contigo. Hace años, me preguntaron para qué creía yo que había venido a este mundo. Sin dudar contesté: "Para hacer reír a la gente". Muchos Besos.

César, ¿Y no será que ser bufón ya es un tipo de clasificación? ¿O cuando dejas de ser bufón, ya te clasifican como humano? ¡Saludos afectuosos!

Es mi carta de tarot preferida, Ontokita. ¿Sabes echar las cartas? Otra carta que me gusta es el caballo de espadas..., jajajaja. Besitos.

Y cuánta ambigüedad denotan esas frases, Tanhäuser, donde la risa del payaso contrasta con el veneno que corre por su corazón. Ahí hay un duelo constante entre hacer reír y tratar de no llorar... Un abrazo.

A pesar de que compartir el dolor es liberarse de una gran carga, Brisa Marina, en ocasiones disfrazarte de bufón es no cargar de tristeza el corazón de otros. Besos.

Isabel Romana, el bufón siempre ha sido objeto de burlas, risas y/o entretenimiento. A nadie le interesa saber cosas sobre él, a menos que sea para reírte a carcajadas. Su alma más humana duerme debajo de su disfraz y no quiere despertar por miedo a no saber volver a dormir.
Y por la reina Dido, haré lo que se me pide. Llevaré mis mejores galas, y sobre todo, llevaré mis mejores deseos y un corazón lleno de humildad y fe ciega. Un beso.

Anónimo dijo...

La semana pasada yo me sentí Bufón y no estaba mal, esta semana me he vuelto a sentir Bufón y no estoy mal, creo que debo sentirme así más veces a la semana, claro que mi corazón es muy alegre. Un besito anduría.

Acus dijo...

No, tú no te sentiste bufón, no te equivoques amiga, tú tienes un bufón dentro, que cuando le invitas a salir, es la delicia del Reino. Muakis.