jueves, 24 de noviembre de 2005

No hay nadie como tú

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Es un error que cometió Dios
al hacer las cosas.
Una equivocación sin remisión
ni vuelta de hoja.

Que cuanto más lo miro, más me pierdo
y no me importa;
se vaya el mundo al traste y no nos quede
ni una sombra.

No hay nadie como tú.

Es una ciencia tan exacta, inexplicable
a mis sentidos.
Una apariencia que no engaña, un espejismo
distraído.

Que cuanto más te miro más te quiero
y no me importa;
se muera el mundo entero y no nos quede
ni una sombra.

Porque desde que existes
no he vuelto a tropezar.
Si desde que te tengo
no tengo que temer,
porque desde que existes
no hay cartas que esconder,
ni luces que apagar,
no hay nada.

No hay nadie como tú.

Porque desde que existes
no he vuelto a tropezar.
Si desde que te tengo
no quiero nada más,
porque desde que existes
no hay cartas que esconder,
no hay tiempo que perder,
ni días que olvidar.

No hay nadie,
no hay nadie,
no hay nadie,
no hay nadie como tú.

"No hay nadie como tú", de Serena

lunes, 21 de noviembre de 2005

Moto Vs. Coche

Ten paciencia, corazón, que es mejor, a lo que veo, deseo sin posesión, que posesión sin deseo (Ramón de Campoamor)

El viernes (de la semana pasada no, de la anterior) me apunté a la autoescuela, para sacarme el carnet A. La verdad es que el mundo de las motos es bastantes desconocido para mí, hasta que mi cuñado se compró una, y poco a poco ha ido creciendo mi vocabulario "motero". Mi deseo de conducir una moto, me llegó por primera vez, y de forma repentina en un atasco. Pero la idea la he meditado bien, no es un capricho.

En dicho atasco, el viernes por la mañana (en el puente de los Santos), tardé dos horas y media en llegar a mi destino..., tardando más, que si me voy un día a Valladolid. Los días normales de caravana tardo hora y cuarto, hora y media, y si no hubiera tráfico, o lo hubiera fluído, sólo tardaría 30 minutos. A parte de esa ventaja, las motos me empiezan a gustar, y bastante.

Prisa no tengo, se me está dando bien, y sé que antes pensaba en ella por necesidad, ahora, porque empiezo a desearla, tanto que, un poco más, y mi estómago sentiría esas mariposillas en el estómago como cuando Cupido te clava una flecha, bueno, si te la clava, no son mariposillas, es que tienes que ir al hospital más cercano a que te cierren la herida y lo que estás sintiendo es el shock.

Pues bien, he analizado minuciosamente la situación de las motos, (con relación a los coches) y siendo bastante crítico con ellas, he descubierto ciertas ventajas, en las que, quizás, nadie haya reparado. Son las siguientes:

1) Tienen aire acondicionado constante en invierno y es gratis la instalación.

2) Lleva una sauna de viaje en verano las 24 horas ininterrumpidas.

3) Jamás te podrías lesionar las manos subiendo y bajando la ventanilla, (o los dedos apretando el botoncito de elevar o bajar las ventanillas).

4) Las ventosidades no las va a degustar tu compañero...

5) Posee tecnología envolvente cuando llueve..., ¡parece tan real la lluvia que sientes que te estás mojando!

6) Aprendes más que si vieras documentales del National Geographic, pues vas conociendo la anatomía interna de los insectos cuando "estallan" contra la visera.

Si pudiera, subiría mi futura moto a mi futura casa y dormiría junto a ella...

jueves, 10 de noviembre de 2005

Yo sólo quiero

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Yo solo quiero mirarte a los ojos, que tu alegría lleve el timón,
quitarle a tu mirada ese horizonte de escombros, prescindir de una vida sin tu olor.
Yo solo quiero verte subida cada mañana a un unicornio azul en mi colchón
y que no se disocien nunca tu cuerpo y mi cama y ser el portavoz de nuestra revolución.
Yo solo quiero el tic-tac de tu pecho para dar percusión a esta canción,
que la saliva sea el punto de encuentro y que el jurado de tu sangre falle a mi favor.
Yo solo quiero la banda sonora de tu alma para que escuchen en cada rincón,
que mis caricias no se tiren más por la ventana al ver que tu espalda no apareció.

Y que el corazón pueda cumplir su oficio y ser tan imprudente como exija el amor,
que lo único que quiero a estas horas es poner besos en cada paralelo y meridiano de tu cuerpo,
así que déjame creer que aun me quedan mil maneras de amarte coordinando mi oleaje y tus caderas.
Que lo único que quiero a estas horas es que tus besos emigren todos a los afluentes de mi cuerpo,
así que déjame creer que aun nos quedan primaveras y metamos este otoño en una caja de madera
.

Yo solo quiero darte carnavales, que tu disfraz sea tu ropa interior
y ofrecerte un catálogo de besos en lugares donde tan solo alcanza el corazón.
Yo solo quiero empezar contigo un curso intensivo de quitarnos la ropa y el dolor
y que cada noche nos expliquemos los motivos de no exigir ninguna explicación.
Yo solo quiero un sobresaliente en las asignaturas de tu piel
y darle un listado de razones a la gente que expongan que quererse es un deber.
Yo solo quiero hacerle una bufanda a tu alma perderme entre tu falda y tu jersey,
irte a buscar cuando salgas de clase y mañana tomar tu pulso sin tocar tu piel.

"Yo sólo quiero", de Marwan (Del disco "Los hijos de las piedras")

miércoles, 9 de noviembre de 2005

¡¡¡Aaaaayy!!!

No se ha llegado al colmo del dolor cuando se tiene aún fuerza para quejarse (Caballero de Bruix)

!!!Aaaaaaayyyy!!! ¡¡¡Aaaaayyyy!!! Estas han sido mis primeras palabras al levantarme, ¡aaay!, todavía estoy un poco resentido ¡aaayy!, es que ¡aaayy!, se me ha subido el gemelo ¡aay, aaay, aaay!

Sin embargo..., me ha surgido una idea que voy a tener que patentar... (A partir de ahora, hay que poner la voz, como si se tratase de un presentador del teleshopping, no digo teletienda, que sería hacer publicidad... ¡ups!) "¿Harto ya de que el despertador se duerma en los laureles?" "¿Harto de que llegue tarde al trabajo o a la universidad porque su pereza le ha ganado el pulso?" "Pues ahora, ya no tiene por qué preocuparse con DON-SUBIDÓN, un jarabe que, tomado después de cenar, hará que usted no se tenga que preocupar por lo que pueda suceder mañana, ya que le despertará tres horas antes de que suene el despertador, su propio gemelo al intentar escalar por su pierna, y ganas de volver a dormir, lo que se dice ganas, no va a volver a tener" (ni tampoco ganas de andar, ni de ir al trabajo, ni a la universidad, ni ganas de existir).

En fin, qué despertares más malos se dan en estos casos, cuando, por no gritar, te aferras a lo que tienes al lado (la almohada, la cortina, el peluche, la papelera de la habitación, la lámpara, la araña que siempre está en el rincón...), y el problema viene cuando no sabes si estirar la pierna, si encogerla..., porque hagas lo que hagas, ¡te va a doler un huevo! Bueno, mejor dicho..., ¡te va a doler un gemelo! Además es una situación en la que uno piensa (y es verídico) "por qué a mí, voy a morir, mierdaaaaa, aaay, aayy, "todo lo que he hecho por ti, fue una locura perderte...," aaay, aayy, Señor, si haces que se me pase esta tortura, ordenaré mi habitación..., pero cuando se pasa, sonríes maliciosamente porque tenías los dedos cruzados. De hecho, hay quien abre la ventana de su habitación porque piensa seriamente en tirarse como no se le pase el dolor.

lunes, 7 de noviembre de 2005

¿Existen los lunes sin rutina?

El que domina su cólera, domina su peor enemigo (Confucio)

7:45 horas de la mañana. Salgo de casa como todos lunes. Arranco el coche como todos los lunes. Voy a la gasolinera a echar 15 euros de combustible Super 97, como todos los lunes. En la carretera, hay atasco, como todos los lunes, pero...

8:25 horas de la mañana. El coche empieza a dar una serie de "tirones" impropios. Cada vez que el coche se detiene, debido al atasco, se cala. A pesar de tirar del "started" (ese botón que quizá muchos ya no conozcan, que hace que la mezcla de gasolina sea mayor, por lo tanto más gasolina estás consumiendo) pero se sigue calando igual. Y también da igual que tenga la primera marcha puesta, como la segunda, o la tercera, los tirones los sigue haciendo. Me empiezo a preocupar, por si me dejara tirado, así que...

8:35 horas de la mañana. Cojo la primera salida que me encuentro. Como hay caravana, un tramo de 150 metros lo he recorrido en 25 minutos. Resultado: Caladas 15 - Rabietas 15, un justo empate, aunque Rabietas estuvo a punto de llevarse la victoria en el último momento, si no llega a ser porque el entrenador cambió de táctica. Del "rabia-ira-rabia", pasó a tener un "calma-resignación-jolín".

9:00 horas de la mañana. Llego a mi casita, y me quedo en casa un rato hasta que el coche se enfría. Bajo, abro el capó y lo reviso de arriba a abajo. Retoco y retoco, hasta que creo dar con el fallo. La batería, algo baja de agua. La lleno.

9:50 horas de la mañana. Arranco nuevamente el motor (hoy he tenido clase intensiva de arrancadas). Me dirijo nuevamente a la carretera. Otra vez los puñeteros espasmos que le dan al coche. Me doy la vuelta, y me dirijo a mi calle para aparcarlo y ponerlo en cuarentena, a ver si es que está resfriado o algo así. Va a cumplir 19 añitos en Febrero, ¡¡debería estar jovial!!

10:35 horas de la mañana. Decido ir en transporte, más concretamente en tren. ¡Puff! Hasta que ha llegado a Atocha el que pasa por Tres Cantos..., y luego, a punto de coger un taxi, porque hasta mi trabajo, no llega nada. Bueno, un autobús que pasa cada 40 min. Al final me ha recogido un hombre que trabaja en el King's College, donde trabajo yo. He llegado, he trabajado tres horas, y las que me falta, las iré recuperando.

Realmente estaba deseando llegar a mi trabajo, porque, seamos sinceros, lo que estresa, no es el trabajo..., ¡¡sino el viaje!!