lunes, 10 de diciembre de 2007

Letargo

El trabajo me consume, me consume tanto, que crea el efecto contrario, me construye, me construye tanto que no encuentro agujas de reloj suficientes para detenerme un segundo frente a la pantalla del ordenador, si no es para prepararme las clases.

Me construye como persona, me construye cada día, pieza a pieza, siempre hay novedades, sorpresas, aprendizajes a ensamblar para formarme sin parar, para crecer, para generar millones de ideas que me hacen a su vez trabajar sobre ellas y volver así a pedir un préstamo de tiempo al descanso.

Aletargado en varios aspectos de mi vida y con una actividad frenética en otros, voy generando mi crisálida, despacio, sin prisa, con ilusión, con esfuerzo. Me he alimentado con vuestras hojas, y ahora espero el momento de abrir las alas. Entonces, solo entonces, volveré a revolotear por aquí, pues en mente siguen mis recuerdos, en mente siguen mis quehaceres, mis promesas hechas, mi continuidad por la blogsfera...